CECU defiende la bomba de calor como la alternativa más barata y sostenible a los sistemas de climatización tradicionales, por su alto grado de eficiencia energética y el ahorro económico y energético que supone, porque sirven tanto para calentar como para refrigerar las viviendas y porque pueden funcionar con fuentes 100% renovables. Pese a estas ventajas, el 50% de las personas consumidoras en España no han oído hablar de este sistema, según CECU, y su grado de implantación avanza de manera más lenta en nuestro país respecto a otros miembros de la UE.

La recién iniciada Presidencia española de la Unión Europea coincide con la negociación de directivas europeas claves en este sentido, como la Directiva de Eficiencia Energética de Edificios (EPBD), que encara sus últimas rondas de negociación y que contiene importantes medidas para posibilitar el acceso a la rehabilitación energética de los hogares a todas las personas consumidoras y para avanzar en la descarbonización de las viviendas.

RECOMENDACIONES POLÍTICAS

Según CECU, las bombas de calor tienen un enorme potencial para reducir la brecha de pobreza energética y los consumos energéticos de los hogares españoles, especialmente en un contexto de inflación como el actual, además de reducir emisiones y actuar frente a la emergencia climática. CECU recomienda a las administraciones públicas tener un compromiso por parte del gobierno que salga de las urnas el 23 de julio que mantenga la ambición respecto a la Directiva Europea de Eficiencia de Edificios, incrementar la oferta y promoción de la formación de profesionales y técnicos con certificación oficial para la instalación de bombas de calor.

También, publicar y difundir un listado oficial de instaladores acreditados al que las personas consumidoras puedan acudir cuando decidan instalar una bomba de calor. Poner en marcha un registro de instalaciones, que se pueda consultar y en el que se puedan comprobar los rendimientos obtenidos.

Asimismo, apostar por la subvención y financiación pública de estos sistemas. Y por último un mayor esfuerzo en la comunicación de estas ayudas y subvenciones disponibles para que lleguen a todas las personas potencialmente interesadas, así como facilitar el acceso a la información necesaria sobre los beneficios de las bombas de calor.