Ante las numerosas consultas recibidas por la CECU de usuarios de gases combustibles que han recibido la visita de operarios de gas, la organización de consumidores recuerda que quien reciba en su domiilio la visita de un trabajador al que no ha llamado no tiene por qué aceptar sus servicios.

En caso de estar interesado en aceptar el servicio que se le ofrece, la CECU recomienda que se tenga en cuenta el precio que se presupueste y la credibilidad personal y profesional que se le ofrezca. Para comprobar que el instalador está autorizado, el usuario tiene derecho a pedirle la tarjeta de identificación, y si le quedan dudas puede preguntar en la Delegación de Industria.

Las denuncias de los consmidores provienen principalmente de barrios de la periferia de Madrid y de urbanizaciones aisladas, donde hay operarios que se presentan en los domicilios de los usuarios de gas, manifiestan que están llevando a cabo una revisión de las gomas de gas y sin otro tipo de explicaciones proceden a sustituir los tubos flexibles (gomas), que en muchos casos no están caducados. Por este trabajo llegan a cobrar hasta 2.000 pesetas, cuando si lo hace el propio usuario el coste no supera las 300.

La CECU recuerd que los usuarios tienen la obligación de mantener las instalaciones receptoras de gas en buenas condiciones, usándolas adecuadamente y revisándolas periódicamente cada cinco años, utilizando para ello los servicios de una empresa legalmente acreditada. Además, cuando el usuario advierta que el tubo flexible está caducado debe proceder a su sustitución.