El comisario de Tranportes, Niel Kinnock, pidió que los estados miembros revisen a partir de 1999 sus legislaciones para reducir los niveles de alcohol en sangre hasta el tope del 0,5, por considerar que este nivel "es el más seguro".

La tasa de alcoholemia varía de unos países a otros. En Francia, Holanda, Austria, Bélgica y Grecia la tasa máxima permitida ya está situada en el 0,5, mientras que en Suecia es de 0,2. En el resto de los países de la Unión Europea, como el caso de España, se admiten hasta 0,8 gramos de alchol por cada litro de sangre.

El Consejo no ha tomado ninguna decisión y el Ejecutivo comunitario sólo puede hacer propuestas, ya que corresponde a cada estado tomar las decisiones oportunas en esta materia.