Asi lo manifestó el comisario europeo de Transportes, Karel Van Miert, en una rueda de prensa celebrada hoy en Madrid tras entrevistarse con el ministro de Obras Públicas, José Borrell.

Van Miert subrayó que la CE respeta las prioridades fijadas por la Administración española, pero se mostró convencido de que, quizá con un ritmo menor al inicialmente prevsto, España tendrá una red de transporte ferroviario de alta velocidad conectada a Europa.

Según Van Miert, Borrell no despejó en la entrevista que mantuvo con él la gran duda planteada en relación con el TAV: si el tramo que una la red española con el TAV europeo irá por La Junquera o por Hendaya.

La posición oficial del Gobierno es no pronunciarse hasta 1992 sobre estas opciones, que son defendidas, respectivamente, por los Ejecutivos catalán y vasco.

La red europea de alta velocidad, cuyaterminación está prevista para el año 2010, tendrá 9.000 kilómetros nuevos de línea y permitirá la circulación de trenes a velocidades que oscilarán entre los 250 y los 350 kilómetros por hora.

La reducción de tiempos que acarreará se puede ilustrar con los siguientes ejemplos: 8 horas entre Madrid y Bruselas (actualmente 11,30), 7 horas de Paris a Roma (ahora 12,45), 8,30 horas de Londres a Berlín (ahora 16,30).

Van Miert hizo hincapié en la determinación de la Comisión Europea de fomentar el trnsporte de mercancías y viajeros por ferrocarril, por su condición de medio de locomoción no contaminante.

Señaló que en los próximos años podría llegarse incluso a la imposición de un impuesto ecológico a nivel comunitario con el que financiar las obras para la potenciación de las lineas ferroviarias.

Van Miert se refirió también al proyecto de la Comunidad de abrir a la competencia de operadores privados internacionales las líneas ferroviarias, sometidas actualmente a regimenes de monopolio. Seún el comisario, Borrell se mostró dispuesto a discutir esta posibilidad, pero sin dar una respuesta afirmativa.

CAOTICO TRANSPORTE AEREO

Por otra parte, el responsable comunitario criticó duramente el estado del transporte aéreo en Europa, al calificar de "arcaico" e "indefendible" el hecho de que en la CE haya el doble de centros de control que en Estados Unidos, con el agravanete de que además, manejan sistemas mutuamente incompatibles.

En su opinión, es necesaria una decidida voluntad polítca de los países comunitarios para resolver esta situación, que pagan las compañías aéreas, perdiendo dinero, y los usuarios de los aviones, perdiendo su tiempo en esperas innecesarias en los aeropuertos.

Finalmente, Van Miert resaltó también la necesidad de tomar medidas para reducir los accidentes de circulación, pero no se pronunció sobre la conveniencia de establecer el carné de conducir a prueba, por entender que la adopción de ese tipo de medidas corresponde a las autoridades nacionales. El año asado murieron en la CE más de 50.000 personas y 1.500.000 resultaron heridas en este tipo de siniestros.