Las ayudas a los agricultores oscilarán entre las 26.000 y las 60.000 pesetas por hectárea según la iportancia del consumo de agua. Serán cofinanciadas en un 75 por ciento por la Comunidad, a través del Feoga-Garantía.

Los beneficiarios potenciales son 8.000, con un total de 100.000 hectáreas de terreno, en las que la extracción de aguas subterráneas ha aumentado hasta el punto de superar en algunos ejercicios los recursos renovables de los acuíferos, lo que ha puesto en peligro la conservación de las zonas húmedas y el suministro de agua a los pueblos circundantes.

Al aprobar las ayudas, la Comsión Europea ha tenido en cuenta que las Tablas de Daimiel es una zona excepcional por la abundancia de su fauna avícola y que las Lagunas de Ruidera son un "conjunto ecológico y paisajístico único".

Este es el primer programa de aplicación de medidas agro-medioambientales aprobadas por los jefes de Gobierno de la CE en 1992 como actuaciones de acompañamiento de la reforma de la política agrícola común.

Tras aprobarse el programa, René Steichen, miembro de la comisión encargada de la agriculturael desarrollo rural, declaró que será seguido el próximo mes por otros presentados por diversos países comunitarios.

Su objetivo es, según Steichen, demostrar que "la agricultura y el medio ambiente pueden perfectamente ser conciliados. La Comunidad reconoce el papel preeminente que los agricultores pueden jugar en la protección de la naturaleza y los paisajes".