A través de esta ponencia, el CDS propone también que se impulse la conclusión del Plan Hidrológico Nacional, en el que deberían recogerse las medidas prioritarias encaminadas a solucionar el problema de la equía.

El diputado Rafael Martínez Campillo, redactor de la proposición no de ley, sugiere en la iniciativa que el Gobierno abra conversaciones con los grupos parlamentarios para que las medidas destinadas a paliar la sequía cuenten con el máximo consenso posible en el Parlamento.

El CDS es partidario también de que se modifique la actual composición del Consejo Nacional del Agua, con el fin de dotarlo de mayor representación política y que sirva también de foro de conversaciones para alcanzar elpacto de Estado sobre el agua.

Martínez Campillo opina que "el Congreso no puede quedar ajeno, en el ámbito de sus funciones, a estimular las medidas precisas para paliar la grave situación" de sequía existente.

Según el CDS, en España existe agua suficiente pero está mal distribuida. "La resolución de la crisis hidrológica depende de decisiones políticas que conduzcan a una definición de objetivos y un calendario definido de inversiones y acciones concretas a lo largo de los próximos cincuenta ocien años".