Las citadas fuentes indicaron que el Comité Ejecutivo Nacional de Convergència, que se reunirá el próximo lunes, no abordará el debate sobre el futuro de la coalición, ni tratará la posibilidad de concurrir en solitario a los comicios municipales del año 99.

"Para tratar este asunto", dijo un miembro de la dirección de CDC, "se necesita tiempo y calma porque una decisión de esta naturaleza tiene una difícil marcha atrás".

Aunque los líderes de ambas formaciones, Jordi Pujol (CDC) y Josep Antoni Duran Lleida (UDC), atemperaron ayer sus declaraciones confirmando su confianza en la continuidad de su asociación, lo cierto es que Convergència no descarta abandonar la coalición.

En caso de que la ruptura se produjera, debería ocurrir cuanto antes para dar tiempo a las organización a prepararse y neutralizar en lo posible los efectos negativos de ladecisión en el electorado nacionalista.

Otro de los aspectos que recalcaron las fuentes consultadas es que en ningún caso se desea desde Convergència una separación traumática, sino que se buscaría el máximo acuerdo para que la disolución de la coalición fuera "lo menos dramática posible".

Por el momento no se ha decidido la convocatoria de la reunión del comité de enlace entre ambas formaciones y la dirección de uno y otro partido están a la espera de que se produzca una conversación entre Pujoly Duran, en que la que podrían clarificarse las posiciones de cada partido, antes de una convocatoria formal de órgano coordinador de Convergència y Unió.