"Después del proceso de regularización es necesaria dureza contra los empresarios cutres que sigan contratando inmigrantes en la economía sumergida", dijo Fidalgo gráficamente, en el marco de un encuentro con periodistas.

El líder de CCOO fue incluso más lejos y afirmó que el Gobierno tiene que ser "ejemplarizante" en su actuación contra esos empresarios y extendió esta actuación a los propios inmigrantes que no hayan regularizado su situación. "El Gobierno está para gobernar", sentenció.

Por su parte, Cándido Méndez se mostró de acuerdo con lo dicho por Fidalgo, aunque no fue tan explícito, y reiteró la necesidad de perseguir a los empresarios que contraten irregularmente.

Reconoció que los sindicatos habían calculado que el nuevo proceso, que alabó, supondría la normalización de unos 300.000 inmigrantes, y aplaudió que ya se haya superado esa cifra.

Además, Méndez pidió al Gobierno que impulse el modelo de regularización por arraigo puesto en marcha en España al resto de la Unión Europea y que, dentro de la política migratoria española, se abra un capítulo especial para el tratamiento a los inmigrantes latinoamericanos.