Según los estudios llevados a cabo por el sindicato, las consecuencias de la ubicación de la planta serían negativas tanto para el medio ambiente como para la población.

En opinión de Enrique Hernández, miembro de CCOO, "la ubicación es errónea, pues está muy cerca de la autovía, se construiría sobre un subsuelo de gravas y además, existe un acuífero importante para la comunidad autónoma justo donde an escogido los terrenos".

Hernández acusó al Ayuntamiento de la ciudad de estar de acuerdo con la ubicación de la planta porque la empresa constructora le tendrá que pagar 100 millones de pesetas por la licencia de obras y un tanto por ciento de los beneficios.

La empresa Terraire, ligada al grupo Sarratosa y a las empresas Ferrovia,l será la explotadora de la planta, que cuenta también con capital extranjero. La inversión será de 6.400 millones de pesetas y se crearán 70 puestos de trabajo.

El próximo día 24, el Ayuntamiento de Buñol prevé aprobar la recalificación del suelo. Este sería el primer paso para la implantación de unas instalaciones que ocuparán aproximadamente 80.000 metros cuadrados si finalmente llega a materializarse