Fidalgo afirma que su central, en línea con lo que defiende la Confederación Europea de Sindicatos (CES), cree "necesario" que la Unión Europea apruebe una normativa "reforzada" y exigente con las empresas.

La regulación propone obligar a las empresas químicas a redactar un informe de seguridad sobre la peligrosidad de las sustancias, lo que evitaría, según un estudio de la Universidad de Sheffield, más de 7.600 casos de enfermedades respiratorias y 3.400 casos de dermatitis entre los trabajadores que manipulan estas sustancias en España.

No obstante, las industrias químicas están tratando de rebajar las pretensiones de la normativa, eliminando algunos requisitos como los planes de sustitución, e incrementando hasta las diez toneladas la producción mínima necesaria para tener que hacer los informes de seguridad, frente a una tonelada que propone el reglamento.