"Cuando muere un dictador como Augusto Pinochet, que ha producido tanto dolor a su pueblo, la única sensación que queda es que ha logrado no ser juzgado por sus crímenes, la muerte le ha salvado de eso", dijo a Servimedia Javier Doz, secretario de Política Internacional de CCOO.

"No se siente la muerte de un dictador", agregó el dirigente de CCOO, para quien la de Augusto Pinochet es una "figura al que la Historia le condenará, y creo que su pueblo también, por haber sido profundamente desleal con la democracia. desleal con Salvador Allende, a quien dijo servir mientras preparaba un golpe de Estado".

Además, se ha comprobado que, "a diferencia de lo que opinaban algunos, era una persona corrupta que utilizó su puesto para enriquecerse", además de dejar un balance de 3.300 muertos y desaparecidos, concluyó Javier Doz.