CCOO DENUNCIA QUE LAS TRABAJADORAS DE AYUDA DOMICILIARIA ESTAN SIENDO COACCIONADAS POR LAS EMPRESAS

MADRID
SERVIMEDIA

CCOO, sindicato que ha convocado una huelga indefinida en el Servicio de Ayuda Domiciliaria de Madrid, volvió a acusar hoy al Ayuntamiento de no querer soluionar el conflicto que mantienen los trabajadores y las seis empresas concesonarias del servicio, del que se benefician unas 5.000 personas en Madrid capital, en su mayoría ancianos.

Rafael López, secretario general del Sindicato Regional de Actividades Diversas de CCOO, aseguró hoy, en rueda de prensa, que las empresas están sometiendo a las empleadas a coacciones y amenazas, y que algunas de ellas están trabajando hasta 14 horas en cumplimiento de los servicios mínimos.

Tras señalar que denuncirán estos hechos a la Inspección de Trabajo, los representantes de la central pusieron de relieve que el Ayuntamiento, que es quien concede el servicio y se encarga de cobrar al usuario, está implicado directamente en el conflicto y debe mediar para conseguir una solución.

En opinión de López, el equipo de gobierno municipal debe incrementar las partidas presupuestarias destinadas a gastos sociales. "Lo que deben hacer", añadió, "es construir menos túneles si es preciso y potenciar los programas de asstencia social, promesa recogida en el programa con el que el PP concurrió a las últimas elecciones".

CCOO reivindica un salario de 110.000 pesetas (la media actual es de 65.000), una jornada laboral de 38 horas y el reconocimiento de las denominadas "horas de arrastre", tiempo empleado por las asistentas para trasladarse de un domicilio a otro.

Otra de sus demandas es conseguir una dignificación y un reconocimiento social del trabajo, así como una mejor capacitación profesional que redunde en beeficio de los usuarios.

Ana Céspedes, de 29 años, una de las trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio, explicó a Servimedia que la mayoría de las personas están encantadas con su trabajo y que no acaban de creerse que cobran esos "sueldos de miseria".

"CUATRO TONTAS"

Ana, que es auxiliar de clínica y lleva cuatro años realizando este trabajo, se considera como una de las "cuatro tontas que estamos ahí metidas, porque nos gusta esta labor, que es muy gratificante, y por eso estamos tratand de dignificarla".

Todos los días sale de su casa a las siete y media de la mañana y regresa a las nueve y media de la noche. Durante todo ese tiempo se encarga de atender a siete ancianos, quedándole sólo poco más de una hora libre para comer.

Ana, que tarda entre diez y treinta minutos para ir de un domicilio a otro, tiempo que no es retribuido, hace la compra, la limpieza de la casa y el mobiliario, y prepara la comida y cambia de ropa a los usuarios del servicio.

Ayer tuvo ocasión de habar con la concejala de Servicios Sociales y Comunitarios, Ana María García Armendáriz, para explicarle las reivindicaciones del sector.

"Le dije que yo, siendo auxiliar de clínica, podía estar en otro sitio trabajando, aunque no quería cambiar de profesión porque tenía muchas gratificaciones personales. Después de contarle todo, lo único que se le ocurrió fue cambiar de tema de conversación", concluyó Ana.

(SERVIMEDIA)
16 Oct 1991
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