Comisiones Oreras considera aterrador el dato de que el sector industrial sólo ocupa en la actualidad en Galicia a 135.300 personas, una cifra inferior a la existente en las fases previas a la industrialización de la comunidad autónoma, según el sindicato.

Si en 1976 había sólo 25.000 personas paradas en Galicia, con una tasa del 2,1 por ciento, en 1993 la tasa se había multiplicado por 9, llegando a 219.000 las personas sin trabajo.

Comisiones Obreras de Galicia recoge en su informe unas líneas sobre la sitación crítica existente en cerca de medio centenar de empresas significativas, como Astano, con 1.300 de los 1.900 trabajadores en regulación de empleo; Forgasa, con la mitad de sus trabajadores, 300, también regulados, o Tipel-Picusa, que tiene en Padrón a 400 de sus 800 empleados y ha presentado suspensión de pagos.

También recoge el informe factorías que tienen abiertos expedientes de jubilación anticipada para importantes grupos de trabajadores: E.N. Bazán (201), Endesa (260), Inespal/Alúmina (200 o Renfe en Galicia (213 hasta 1996).

Comisiones Obreras de Galicia también hace especial referencia a empresas como Barreras, con 100 de sus 461 trabajadores en expediente de regulación de empleo, o Santa Bárbara, con 295 trabajadores que ven peligrar sus empleos, como les ocurre a los 120 empleados de Unicar, empresa en suspensión de pagos.

Ante esta situación, Comisiones Obreras considera necesario articular medidas para imponer una "política industrial activa", que parte de mantener el tejidoactual como punto de partida para iniciativas de expansión industrial.

Este sindicato estima que el primer empleo industrial que se crea es el que no se destruye, por lo que reclama una política de apoyo a las empresas gallegas en dificultades. Comisiones Obreras cree que el empleo industrial debe alcanzar en Galicia al menos la cifra de 250.000 empleos, con un incremento de 115.000 empleos netos en el sector. Para ello propone crear un plan industrial gallego e impulsar las inversiones en infraestrucuras viarias.