La central que lidera Antonio Gutiérrez critica a las compañías transnacionales agroquímicas, a las que acusa de estar aumentando su poder para "controlar, manipular y mercantilizar la vida" a través de la manipulación genética de los cultivos.

El sindicato denuncia prácticas como las técnicas de modificación genética que impiden lagerminación de la semillas y las tecnologías que vinculan el crecimiento y la germinación de la planta a la aplicación de sustancias químicas específicas, entre otras.

Estas prácticas provocan, según CCOO, grandes beneficios a las compañías transnacionales agroquímicas, que también venden los productos químicos necesarios para el desarrollo de las semillas.