Para el sindicato que lidera Antonio Gutiérrez, el denominado contrato estable con indemnización por despido previamente pactada supone, en realidad, "una apuesta por conseguir descausalizar los despidos y, como consecuencia, evitar la improcedencia de los mismos dictaminada por los juzgados de lo social".

A su juicio, este tipo de contrato es "reforzaría el carácter arbitrario y unilateral de la decisión del empresario, introduciría un factor más de desregulación en la salida del mercado de trabajo, reduciría la capacidad de tutela jurídica para el despedido, y tendría como único objetivo abaratar los costes del despido, y no fomentar la estabilidad en el empleo".

CCOO cree que este tipo de menajes que apuntan a una mayor desregulación del mercado laboral, cuando todavía no se han puesto en marcha las negociaciones con el Gobierno, "no pueden entenderse más que como un intento por enterrar la concertación social antes de que ésta haya empezado su andadura".

Esta central sindical advierte que apostar por una nueva reforma laboral que agudice aún más la de 1994 "sólo contribuiría a estimular el conflicto y la confrontación con los sindicatos", y muestra su confianza en que "el sentido común s imponga en el Gobierno y acabe rechazando las presiones de CiU y los cambios en la legislación laboral sugeridos por su Comisión Delegada de Asuntos Económicos".

CCOO insiste en que abaratar el despido no generará puestos de trabajo ni mejorará las condiciones del empleo, y asegura que el denominado contrato estable sólo empeorará la situación de los que tienen un empleo fijo y aumentará la precariedad.