El sindicato apoya estas afirmacioes en las conclusiones de un estudio que ha hecho sobre la evolución de las nuevas modalidades de contratación en los primeros seis meses del año, surgidas a raíz de la última reforma laboral: aprendizaje, prácticas y a tiempo parcial.

Dicho estudio indica que los contratos a tiempo parcial, en los que las mujeres están siendo las principales "protagonistas", nada menos que un 60 por cien son de duración inferior a 6 meses, e incluso revela casos en los que se están haciendo varios contratos a una misa trabajadora, para distintos días de la semana o por una o dos horas diarias.

Para CCOO, sólo estas prácticas permiten afirmar que las cifras que da el Gobierno no son reales, y que al asociar el número de contratos que se están formalizando con el empleo creado se está distorsionando la realidad. También advierte que estos contratos están utilizandose para "encubrir economía sumerigida", al trabajar más de 40 horas semanales, con cotizaciones sociales mínimas.

Además, el sindicato denuncia que e está abusando de los contratos inferiores a 12 horas semanales, que en virtud de la reforma del Gobierno no dan derecho a protecciones sociales, ya que estas modalidades abarcan más del 20 por cien de todos los contratos firmados hasta junio.

Respecto a los contratos de aprendizaje, el informe de Comisiones dice que el 85 por cien de los 114.447 contratos de este tipo celebrados en los seis primeros meses del año, tenían la duración mínima establecida, es decir, seis meses, mientras que sólo un 1,7 or cien superaban el año, de manera que una gran parte de los jóvenes acogidos a alguno de estos compromisos ya han dejado de trabajar sin derecho a desempleo.

Asimismo, se critica la edad media los beneficiados, ya que un 45 por cien de ellos están entre los 20 y 24 años. Esto pone de relieve, según CCOO, lo que sus responsables denunciaron en su día, y es que el contrato de aprendizaje, de escasos costes salariales para el empresario, se emplearía para sustituir trabajadores, y no para formarles en n empleo cualificado.

Sin embargo, el sindicato reserva la crítica más dura a los llamados contratos de prácticas, destinados a jóvemes con alguna titulación, ya sea universitaria o de FP, y a los que califica de "gran fracaso".

El motivo es, según Comisiones, que los empresarios prefieren hacer contratos de aprendizaje, que les son más baratos, incluso para colectivos que ya tienen formación o experiencia, debido a que los de prácticas obligan al dueño de la empresa a costear más protección socil y a pagar, como mínimo, el salario mínimo interprofesional, que el Gobierno ha fijado en 60.570 pesetas al mes, para los mayores de 18 años.

Para demostrarlo, la central señala que la reforma laboral sólo ha servido para introducir nuevos contratos más "beneficiosos" para el empresario que los de prácticas, puesto que en 1992, se firmaron 74.141 de estos contratos; en 1993, 28.820, y en 1994, el año de su aplicación, sólo 20.578.

Con el fín de comprobar con mayor precisión estos extremos, CCOO a anunciado que pedirá al Ministerio de Trabajo datos exhaustivos de los nuevos tipos de contratos firmados que ya han finalizado, la situación actual de los trabajadores que se han acogido a ellos, y las consecuencias en protección social que pueden haber tenido.