CCOO acusa al gobierno de una política de vivienda desde 1985 que "ha conllevado un brutal aumento de los precios" y que, a pesar de haberse construido más viviendas que nunca, ha multiplicado el número de personas que no pueden acceder a ellas.

Refiriéndose al plan de viviendas 460.000 CCOO lo considera "inviable" para el período 1992-1996 por lo que considera que este plan no ha pasado de ser un simle "reclamo electoral".

Como consecuencia de la falta de recursos para vivienda en el presupuesto del 93 se pierde -afirma CCOO- la oportunidad de satisfacer una importante demanda social que afecta al poder adquisitivo de los trabajadores y dinamizar el sector de la construcción, sector con un importante efecto sobre la creación de empleo.