En una entrevista concedida a Servimedia añadió, no obstante, que la huelga general sería "la última carta" que jugarían las organizaciones sindicales, pues es una baza "preciosa que no se puede arriesgar en cualquier momento y ante cualquier circunstancia", antes hay que agotar todas las posibilidades previas.

Insistió en que a IU "no le gustaría" que se llegara al punto de convocar una huelga general, pero añadió que "si de aquí al verano no hay síntomas claros de recuperación, para el otoño puede producirse (...) un acto masivo de protesta en la que se le diga al Gobierno, mire usted, aquí hay que tomar medidas"

Recalcó que la huelga general no sería "de la clase obrera contra el empresariado", sino contra la "política errónea" e "improvisada" que ha desarrollado el equipo de José Luis Rodríguez Zapatero frente a una crisis que está afectando a un amplio abanico de ciudadanos, incluyendo una clase media que hasta ahora nunca pensó que le podía afectar.