Lara se enfrentó en la votación al senador catalán Joan Josep Nuet, quien obtuvo 29 votos tras prometer "movilizaciones" y garantizar "unidad" y "lealtad" al margen de cual fuera el resultado final.

Además, hubo 46 votos en blanco procedentes, supuestamente, del sector "llamazarista". Su representante, el balear Eberhard Groske, declinó presentar su candidatura pese a que todas las quinielas le señalaban como el tercer aspirante.

Cayo Lara, representante del Partido Comunista de España y coordinador general de Izquierda Unida de Castilla-La Mancha, volvió a ser el más respaldado en la votación, como ya ocurrió en la IX Asamblea Federal celebrada en Rivas (Madrid) el pasado mes de noviembre.

Sin embargo, entonces fue imposible que los cinco sectores de IU se pusieran de acuerdo para elegir de forma mayoritaria a un nuevo coordinador general, por lo que el proceso se aplazó hasta el día de hoy.

Tras la IX Asamblea Federal, las cinco familias nombraron un equipo de 14 personas (denominado como G-14) para dirigir la coalición hasta le elección de un nuevo coordinador general. Fue este G-14 el que convocó el Consejo Político Federal de IU para el día de hoy con el objetivo de elegir a un nuevo líder.

La designación de Cayo Lara como nuevo coordinador general de Izquierda Unida supone el regreso del Partido Comunista a la máxima dirección del partido, tras la retirada de Francisco Frutos.