El Consorcio es el encargado de pagar las indemnizaciones por daños provocados por riesgos extraordinarios o catastróficos, ya sean naturales, como inundaciones o terremotos, por ejemplo, o de carácter político-social, como los actos terroristas, pero sólo da cobertura a las personas y bienes que tienen contratado un seguro con una compañía privada.

Durante el ejercicio 2000, el Corsorcio de Compensación de Seguros tramitó un total de 26.400 reclamaciones de indemizaciones derivadas de catástrofes y actos terroristas, una cifra algo inferior a la del año anterior (29.000 reclamaciones).

Sin embargo, el coste de estas indemnizaciones (33.500 millones de pesetas) ha sido superior al de 1999, si bien las fuentes del Consorcio consultadas indicaron que no se puede calcular en qué medida, ya que se han introducido cambios metodológicos en las estadísticas del año 2000, con lo que la comparación no es indicativa.

Según el Consorcio, tanto las reclamaciones de idemnizaciones por este tipo de hechos como la cuantía de las mismas puede oscilar mucho de año en año, en función de las condiciones climatológicas y de la actividad terrorista.

De los 33.500 millones de pesetas que costaron las catástrofes y el terrorismo al Consorcio en 2000, la mayor parte de esta cantidad fue al primer capítulo, en su mayoría a cubrir los daños provocados por las inundaciones, y una pequeña parte a indemnizar los daños provocados por actos terroristas.

Los riesgos extraordinaios más relevantes ocurridos en 2000 fueron la inundación de Cataluña del mes de junio, que originó 3.800 solicitudes de indemnización por valor de 5.200 millones de pesetas, la gota fría de Levante del mes de octubre (12.600 reclamaciones y unas indemnizaciones de 14.500 millones) y las inundaciones de Galicia en los meses de noviembre a diciembre (2.700 solicitudes y 4.600 millones de indemnizaciones).

En todos los casos de riesgos extraordinarios o catastróficos, el Consorcio indemniza por los biens materiales que tienen un seguro de robo, incendio o multihogar; automóviles con seguro a todo riesgo o de lunas o robo, y a las personas que tienen un seguro de accidentes o de vida que cubra el riesgo de accidentes.

El Consorcio de Compensación de Seguros también desarrolla su actividad en el campo del seguro del automóvil, asegurando a los coches que son rechazados por las compañías privadas y ofreciendo seguros a los vehículos oficiales, así como cubriendo los daños ocasionados por coches sin segro, robados y no identificados, y por automóviles asegurados en entidades insolventes en procesos de liquidación.

Una particularidad especial del año 2000, según destacaron las fuentes del Consorcio consultadas, es que el pasado año este organismo ha superado la cifra de 100.000 siniestros atendidos en ambas actividades, riesgos extraordinarios y catastróficos y seguro del automóvil.