Si esta suma no se produjera, CiU con 46 diputados, sería la formación a la que el futuro presidente del Parlament tendría que encargar la formación de Gobierno. Por contra, si cuaja la operación de suma de los 42 diputados socialistas y los 9 de IC, el encargo lo ostentará Pasqual Maragall, como cabeza del grupo mayoritario.

Este acuerdo tendría la virtualidad de dar a los socialistas la inciativa en las negociaciones para formar Gobierno y, además, e permitiría mayor capacidad de decisión a la hora de ordenar el reparto de cargos en la Mesa del Parlamento.

Desplazaría a CiU del protagonismo que supondría que fuera su candidato, Artur Mas, el encargado de realizar la primera ronda de contactos con el resto de los grupos para tratar de cimentar mayorías estables de gobierno y obligaría a ERC a definirse sobre la formación de un ejecutivo progresista, que es el objetivo de los socialistas catalanes.

En el PSC consideran, además, que una vez coseguido el pacto con IC sería más fácil negociar con ERC, eliminando las dificultades que puede plantear un diálogo a tres bandas. Una situación similar se vivió en el País Vasco, donde PNV y EA formaron grupo parlamentario único, tras lo cual consiguieron la incorporación de Ezker Batua-IU al Ejecutivo vasco.

La posibilidad de acuerdo choca, sin embargo, con la oposición interna de parte de los integrantes de IC, que consideran que un pacto de esta naturaleza les identificaría en exceso con la opciónsocialista y les reportaría "más conflictos que beneficios".

Según las fuentes consultadas en el PSOE, la constitución de un único grupo parlamentario con IC tendrá también otra lectura: que los socialistas catalanes descartan un posible acuerdo con CiU, una posibilidad que la Ejecutiva Federal socialistas no tiene totalmente descartada.

Puesto que las negociaciones aún no han culminado, no está decidido quién sería el portavoz del grupo PSC-IC en el Parlamento, y se baraja la posibilidad de que a responsabilidad recaiga sobre el secretario general de IC, Joan Saura, aunque por el momento no está descartado que sea un dirigente socialista quien ocupe el cargo. En lo que sí coinciden fuentes de ambas organizaciones, e incluso de CiU, es en que lo lógico sería que el presidente de la Cámara autonómica fuera de ERC.