Estos datos están contenidos en una respuesta por escrito del Gobierno a una pregunta del diputado de Izquierda Unida, Antonio Romero.

Uno de cada dos declarantes extremeños, concretamente el 52 por ciento, deicó el 0,5 por ciento del IRPF a la financiación de la Iglesia. En Castilla y León, el 51,5 por ciento, y en Castilla-La Mancha, el 51,2 por ciento.

Le siguen Murcia (50,0 por ciento), Andalucía (46,4) La Rioja (44, 5) Cantabria (41,2) Canarias (40,4) Aragón (39,5) Baleares (36,2) Valencia (34,4) Madrid (34,0) y Galicia (32,5).

Ocupan los dos últimos lugares en el "ranking" de asignación religiosa en 1989 Asturias, con el 31, 7 por ciento de los contribuyentes, y Cataluña, con el 28,1 por ciento. La media nacional de los declarantes que decidieron poner una "equis" en la casilla de "asignación religiosa" de la declaración de 19889 fue del 38,2 por ciento, casi un punto por debajo de la declaración de 1988 (39,08 por ciento).

En la tabla correspondiente a 1988, el primer lugar en cuanto a financiación de la Iglesia a través del IRPF lo ocupó Castilla-La Mancha, con el 52,9 por ciento de los contribuyentes, seguido de Castilla y León, con el 52,5 por ciento; Extremadura, con el 52,1 por cieto, y Murcia, con el 51,1. En las últimas posiciones figuraban Asturias (32,9) y Cataluña (29,0).

El presidente de la Confederación Epicospal Española, monseñor Angel Suquía, declaró recientemente que un 70 por ciento de los católicos no tiene dinero suficiente para hacer la declaración de la renta y, por tanto, asignar la cuota del 0,5 a la Iglesia católica.