En una conferencia en el Club "Siglo XXI", Chaves expuso los retos de lo que llamó "Segunda Modernización de Andalucía", que pasa por una reforma del Estatuto después de veinte años en vigor para abordar un nuevo cambio social, económico y político en esta comunidad.

Precisamente porque ha demostrado ser un instrumento útil, Chaves aseguró que no es "inamovible", sino que dee ser adaptado al futuro desde la premisa de que Andalucía tiene sólidamente asentados los valores democráticos y el apoyo sin reservas a la Constitución de 1978.

Recalcó que la reforma del Estatuto está respaldada por el sesenta por ciento de los andaluces y se acometería por consenso, "sin ningún tipo de imposición sino con ánimo integrador", por lo que reclamó la participación de todos los partidos políticos de esra comunidad, "que ninguno se autoexcluya ni intente bloquear el debate, pues si así l hiciera cometería un error histórico".

Pese a su convencimiento de que esa reforma reforzaría la cohesión territorial, Chaves reconoció que su iniciativa desencadenará "la tormenta descalificadora" del PP, dentro de la "degradación progresiva" del clima político causada por la actitud "cerrada y sectaria" de este partido.

Al hilo de esta advertencia, Chaves criticó el comportamiento del Gobierno, al que acusó abiertamente de "utilizar el terrorismo y la unidad de España como coartada política paa cualquier problema nacional e internacional", desde la huelga general, el vertido del "Prestige", la guerra de Iraq, "la indignidad del Yakolev" o la reforma del Código Penal.

Chaves sentenció que con el Gobierno del PP todos los indicadores de tensión territorial "han superado, con mucho, la raya roja", y ya no afecta sólo al País Vasco, sino a cualquier comunidad no gobernada por ellos. "De manera irresponsable, están fomentando un nacionalismo español a la contra, un nacionalismo de combate. No e, en esta ocasión, el chauvinimismo tradicional ante el extranjero. Es un nacionalismo que encuentra su sentido en, so pretexto de defender la unidad de España, fustigar lo vasco, lo catalán, lo gallego...".

El presidente andaluz reiteró la oposición frontal del PSOE al Plan de Ibarretxe, pero dejó claro también que no cuestionarán sus convicciones sobre el Estado democrático, y que reclamarán su margen de autonomía. "Frente a la tensión, necesitamos convivencia; frente a la exclusión, queremos la intgración; frente a las normas penales, reclamamos la acción de la política".

En ese ataque global del PP a nacionalistas y socialistas enmarcó Chaves el intento de "deslegitimar" el nuevo gobierno catalán. "Más que pedir explicaciones, el PP debe dar algunas. En concreto, ¿por qué hubieran preferido que gobernara un nacionalista? ¿por qué prefieren que hubiera gobernado Artur Mas, que hace unos días estuvo en Euskadi para apoyar el Plan Ibarretxe?".

Después de lanzar estas preguntas, insistió en qe un socialista al frente de la Generalitat será una garantía de una Cataluña "sólidamente anclada" en España y en la Constitución. Recordó, además, que el Congreso de los Diputados deberá pronunciarse sobre cualquier reforma de calado del Parlamento Catalán, y aseguró que el PSOE rechazaría cualquier propuesta que implicara rupturas o discriminaciones entre españoles.

Chaves aseguró que algo extraño ocurre en la democracia española cuando el PSOE se ve obligado a reiterar constantemente su compromisocon la Constitución pese a que hasta ahora se han reformado los estatutos de once comunidades sin ningún tipo de problemas.

Frente a esta actitud del PP y de un candidato, Rajoy, "que no sabe, no contesta, o no puede o no quiere diferenciarse de Aznar", Chaves aseguró que el PSOE está preparado para afrontar las elecciones defendiendo "una idea de España plural en la que todos tienen acomodo, organizada conforme a un conjunto de valores que hagan de ella un espacio para la igualdad, la libertad y la slidaridad". "La defenderemos todos los socialistas españoles, con José Luis Rodríguez Zapatero a la cabeza", remachó.