El objetivo es dotar el sector de capacidad de financiación, principalmente a las pymes; garantizar los planes de inversión de los fabricantes, e incrementar las posibilidades de fabricación de nuevos modelos en Cataluña. Este plan de choque catalán es complementario al Plan Integral de Automoción impulsado por el Gobierno español.

La mayor parte de los recursos, 365 millones de euros, un 72,4% del total, van destinados a la industria auxiliar y a los fabricantes de componentes, que habían quedado fuera de los planes de ayudas estatales.

El resto de los recursos están dirigidos a la red de distribución y a los concesionarios (13,2%) y a los fabricantes de vehículos (12%).

El sector automovilístico representa el 7,5% del PIB en Cataluña, genera 50.000 puestos de trabajo directos y 110.000 indirectos.

Entre entre las 11 acciones anunciadas, hay una partida de 57 millones, un 12% del total, que son mayoritariamente para Seat y Nissan a través de líneas de crédito para proyectos de innovación, lo que incluye los nuevos modelos.