Pujol insistió, como en otras fases de la campaña electoral, en que ninguno de los líderes de esos partidos son autónomos y destacó que ambos dependen de sus organizaciones nacionales, como demuestra el hecho de que sus actos electorales más potentes sean protagonizados por dirigentes que "vienen de fuera".

El candidato de CiU se refirió así a la inminente participación de Felipe González y José María Aznar en la recta final de la campaña electoral catalana.

Pujol ironizó con la esperanza de cambio que quiere "vender" el candidato socialista, Pasqual Maragall, y que se apoya en figuras como la de Felipe González, qe representa el pasado de catorce años de gobierno socialista.

También criticó al PP, del que dijo que no puede aspirar a ser decisivo para Cataluña, porque es tributario de la dirección nacional del PP, en Madrid. Destacó que un partido que "sistemáticamente vota en contra de todas las leyes que tienen que ver con Cataluña" no puede ni debe influir en el Gobierno de la Generalitat.

A su juicio, CiU "sigue siendo fuerte" y conseguirá un resultado suficientemente holgado como para no depender de ora formación que pueda orientar la acción de gobierno desde la Generalitat.

Pujol dedicó buena parte de la jornada electoral de hoy a visitar la provincia de Lleida y aprovechó para comer con payeses de la central hortofrutícola de Marimunt. A las siete y media de la tarde presenta el programa cultural de CiU en el Auditorio de Barcelona.