En el último año, estos dispositivos atendieron a más de 510 usuarios en la comunidad castellano-manchega. La Fundación Fislem ha firmado conciertos con varias comunidades terapéuticas, como Fundación Solidaridad del Henares (Proyecto Hombre), de Guadalajara; Asociación Escuelas para la Vida, de Huete (Cuenca), y Asociación Betel, de Guadalajara.

Asimismo, ha suscrito convenios con Fundación Ceres, de Tomelloso (Ciudad Real); Hijas de la Caridad de San Vicente de Paúl (Hogar ZOE), de Toledo, y con la Comunitá Incontro y la Asociación Casa del Alfarero, de Albacete.

Además, ha firmado acuerdos con la Fundación Provincial contra las Toxicomías "Proyecto Renacimiento" de Ciudad Real, Asociación SAFA de Albacete, Asociación Basida de Manzanares (Ciudad Real) y la Asociación Civil Jesús Abandonado, de Toledo.

Para acogerse a estos tratamientos de carácter voluntario, los pacientes deben residir en la comunidad autónoma y ser derivados por las unidades de conductas adictivas (UCA), de las que existe una en todas las áreas sanitarias, así como por los seis equipos de atención a drogodependientes (éstos últimos forman parte de la red de atención a drogodependientes del Gobierno de Castilla-La Mancha), que trabajan en cada uno de los centros penitenciarios de la región.