Ambas comunidades autónomas argumentan en su acuerdo que, dada la condición de vecindad geográfica existente entre ellas, y ante el riesgo que suponen los incendios forestales, "es necesario y de interés común establecer mecanismos de colaboración que permitan hacer frente, de un modo coordinado, a siniestros de esta naturaleza, especialmente en zonas límitrofes, con un mayor aprovechamiento de los recursos disponibles por parte de las dos administraciones".

El acuerdo entre ambas comunidades autónomas permitirá que los efectivos de extinción de incendios de cualquiera de ellas que se encuentren más próximos al siniestro actuarán dentro de la zona de asistencia y socorro inmediato de la comunidad colindante, sin necesidad de petición de ayuda, con el objetivo de impedir la propagación del incendio, independientemente del ámbito territorial amenazado.

Asimismo, en virtud del convenio no será exigible ningún pago de una comunidad a otra como reembolso de los gastos de asistencia y por los vehículos u otro material perdido, dañado o destruido en las actuaciones realizadas en la zona de asistencia y socorro inmediato.

El acuerdo tendrá vigencia hasta el 31 de diciembre de 2010. Ambas comunidades se comprometen también a formar al personal adscrito a los servicios de prevención y extinción de incendios y a preparar y realizar conjunta y coordinadamente proyectos y programas concretos.