CASTILLA Y LEÓN LLAMA A LA "TRANQUILIDAD" E INSISTE EN QUE LA SEGURIDAD ALIMENTARIA "ESTÁ GARANTIZADA"
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El director general de Salud Pública de la Junta de Castilla y León, José Javier Castro Deza, transmitió hoy un mensaje de "tranquilidad", tras conocerse la noticia del fallecimiento de dos personas en su comunidad debido al mal de las vacas locas, ya que "la seguridad alimentaria está garantizada".
Castro aseguró a Servimedia que cuando se detectaron los primeros casos de encefalopatía espongiforme bovina "la Comisión Europea ya advirtió de que podía aparecer algún caso esporádico en España, como ha sucedido en otros países".
El director general de Salud Pública aclaró que "nadie puede decir que no vaya a aparecer ningún caso más" en otras comunidades, puesto que en España se detectó algún caso de esta epizootia, y por lo tanto existe posibilidad de que aparezca algún otro caso en humanos.
Además, Castro aclaró que "nadie ha dicho que el contagio se produjo en el 2001", en relación a lo publicado en algunos medios de comunicación, ya que se trata de "una enfermedad con un periodo de incubación muy largo, superior a los ocho o diez años y por tanto nadie puede asegurar que el contagio se produjera" en esa fecha, y "quien haya dicho eso no conoce realmente la enfermedad", aseguró.
De hecho, "nadie puede especificar" cuándo se produjo el contagio, "otra cuestión es que a partir del año 2001 con la aparición de laenfermedad de Creutzfeldt-Jakob las autoridades de nuestro país implantaron un sistema de trazabilidad alimentaria" para detectar en todos los productos de la cadena alimentaria afectados para retirarlos del mercado, pero los contagios no tienen por qué haberse producido en esa fecha, explicó.
Castro subrayó que "esta es un enfermedad que se adquiere por una exposición a una proteína anómala, llamada prión, y por tanto no se contagia de una persona a otra porque no la provoca ni una bacteria, ni un virus", además puede estar "asociado a hábitos alimenticios" pero no se puede decir que siempre haya sido así en todos los casos a nivel mundial, de hecho los hábitos de los dos fallecidos no se parecían, señaló.
Además, "la enfermedad no se detecta hasta que la persona fallece, al prácticar una autopsia con cortes cerebrales", y se trata de "un estudio complejo que no está la alcance de cualquier hospital", en el que "hay que juntar la información clínica de la enfermedad del paciente y la información post mortem".
Después de hacer dicho estudio "se eleva el caso a una comisión nacional que depende del Ministerio de Sanidad y Consumo, tutela todo el registro de encefalopatías espongiformes en España y esa comisión es la que determina que esa persona cumple criterio de caso" para comunicarlo a la Red Europea de Encefalopatías Espongiformes, que tiene su sede en Edimburgo, de modo que pasa a formar parte de la casuística internacional.
(SERVIMEDIA)
07 Abr 2008
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