Castells justificó esta postura de la Generalitat, en declaraciones a Catalunya Ràdio, alegando que "no haysuficiente dinero por culpa de la financiación".

Hoy entra en vigor el plan del Gobierno central para incentivar la compra de coches, con ayudas directas que, en Cataluña, serán de 1.500 euros a falta de la aportación de la comunidad autónoma: 1.000 euros que aporta el fabricante más los 500 del Estado.

Del mismo modo, el consejero no descartó que se pueda "encontrar alguna solución alternativa, teniendo en cuenta los ingresos que vienen de la venta de coches".

Según dijo, "los ingresos que proporciona el impuesto de matriculación, que está cedido totalmente a la comunidad, son para nuestras finanzas, de forma que tenemos que hacer las cuentas y, cuando los tengamos todos, lo miraremos a fondo".

Por otro lado, en relación con la financiación, destacó que el Gobierno regional reclama que Cataluña quede entre cuatro y seis puntos por encima de la media española, una vez "haya contribuido al establecimiento de los servicios básicos de otras comunidades autónomas".

Castells valoró el hecho que Rodríguez Zapatero reconociera públicamente que Cataluña "no se puede quedar con menos recursos que otras comunidades que aportan menos" pero reclamó "concreción para que el nuevo modelo de financiación se adapte a este principio".

Además, el consejero evitó pronunciarse sobre la fecha del 15 de julio, anunciada por el Gobierno central, para cerrar definitivamente el acuerdo.