De acuerdo con esta cadena de emisoras, uno de esos empresarios, Miguel Vecino, que declarará como imputado el próximo 11 de mayo, realizó dos obras en 1988 por valor de 39 millones de pesetas. César Martínez Ocaña, otro de los contratistas que supuestaente contribuyó a financiar la campaña de Aznar, ejecutó obras forestales para el departamento de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León por un total de 210 millones de pesetas.

Las empresas mejor tratadas habrían sido las de los hermanos Sangregorio (Construcciones Sangregorio y Contratas y Obras Sangregorio). Entre ambas empresas percibieron más de 3.600 millones de pesetas para la mejora de carreteras regionales y otros proyectos de urbanización.

La Cadena Ser afirma que ha comprobado e los Boletines Oficales que, a estos casi 4.000 millones en obras contratadas por el Gobierno regional se suman otros más de 1.000 millones percibidos de la Diputación de Zamora, según las certificaciones extendidas por los Servicios de Intervención de esa corporación municipal.

Según la Ser, las adjudicaciones de obras para los Sangregorio comenzaron apenas seis meses después de que José María Aznar tomara posesión en su cargo como presidente de la Junta de Castilla y León, y aún el año pasado recibiron una contrata de más de 1.150 millones en colaboración con otra sociedad.