Las entrevistas, que se celebraron consecutivamente en el despacho de Cañellas en la sede del gobierno, habría permitido conocer al presidente el grado de apoyo con que cuenta entre su equipo ante una posible dimisión, según fuentes consultadas por Servimedia.

Entre los dirigentes consultados estaban José Antonio Berastain, secretario general del PP y consejero de la Función ública; Joan Verger, número dos del partido; Rafael Perera, abogado del PP en el caso Sóller, y Cristófol Soler, presidente del Parlamento.

Del mismo modo, el presidente balear requirió la presencia esta mañana de Carlos Cañellas, su hermano y diputado autónomico del PP quien, a la pregunta de que si su hermano podría dimitir por lo que podría haber dicho, contestó: "¿y por qué no?, pero tampoco ha dicho que lo va a hacer", agregó.

Rafael Perera, el abogado del PP en el caso Sóller dijo, sobre elestado anímico del presidente, que es "excelente, con buen humor y buen temple". Aseguró que Cañellas no le habló en ningún momento de la conversación sobre dimisiones.

Por otra parte, el diputado menorquín del PP, Martín Escudero, confirmó hoy que será "totalmente leal" al PP, en contraste con las declaraciones vertidas horas antes por el presidente del PP de Ibiza, Mariano Matutes -primo de Abel Matutes-, quien aseguró que todos los diputados del PP de esta isla se irán con Cañellas si es obligado adimitir.

El presidente balear no hará nuevas declaraciones hasta que no tenga en sus manos el resultado del informe elaborado por la Comisión de Disciplina y Conflictos del PP.

A pesar de que en el Consolat del mar -sede del gobierno regional- ya se sabe que en dicho informe no se responsabiliza directamente a Cañellas, éste no emitirá juicio alguno hasta mañana cuando le sea enregado el documento completo, señalaron a Servimedia fuentes del ejecutivo autónomo.