En declaraciones a la Ser, Escuredo explicó que hasta finales de junio (el secuestro ocurrió el 12 de abril) del año pasado, él mantuvo dos conversaciones con los secuestradores. Y se avanzó hasta tal punto en la negociación, aclaró, que en esos días "la conlusión del caso parecía evidente. Creíamos que en dos semanasa, para el 15 de julio o finales, este tema podría estar resuelto".

La familia desconoce qué ha pasado para que la comunicación se haya cortado desde el 23 o 24 de junio, fecha de la segunda conversación, que ha hecho que nueve meses después del secuestro no se haya avanzado nada.

"Estamos sinceramente preocupados, pero pensamos que ya con anterioridad a esa comunicación hubo una especie de castigo por parte de los secuestradores, que ns tuvieron un mes y medio sin dar ningún tipo de comunicación", añadió.

Rafael Escuredo dice que la familia y la Policía piensan que es un secuestro a la italiana, "a la calabresa", donde aguantar el silencio es "una estrategia que rompe a la familia y la coloca en situación en que en cualquier momento se produzca la llamada y se pueda resolver". No obstante, el interlocutor de sus conversaciones era español y le pidió 150 millones de pesetas de rescate.

Respecto a la llamada de personas que sólointentan extorsionar a la familia, Escuredo dijo que "desgraciadamente, ocurre con mucha frecuencia".

"Hay datos suficientes que acreditan, desde el primer momento, que este es un secuestro económico que responde al incentivo de coger 150 millones de pesetas y esa era la única finalidad. Por una serie de razones y datos que sabemos. Todos los demás que se cuelan son aventureros que tratan de extorsionar a la familia", añadió el portavoz de los Segura.