Martí Mingarro dijo en la Ser que la actuación de Rojo es "el colmo de la zafiedad, de la deslealtad y de lo antiético", además de ser ilegal. "Hay un precepto del Código Penal que condena hasta a cuatro años de prisión a aquellos que quebranten el secreto profesional", explicó.

"Alguien ha utilizado", contiuó, "la calidad de abogado, que es el pivote del derecho de defensa de todos, de una manera insoportablemente ilegal y desde luego inaceptablemente moral. Yo realmente pienso que o nos rebelamos todos de verdad para decir 'la sociedad en libertad no es la sociedad de la deshonestidad y la deslealtad', o el deterioro de los valores va más allá de lo que la propia ley puede remediar".

No obstante, aclaró que en este caso es posible resolver el problema porque hay un precepto del Código Penal que puede hber sido infringido de una manera rotunda, por lo que a David Rojo se le puede enjuiciar con todas las garantías, "garantías de las que él parece que está privando a un ciudadano y a todos".

"En el fondo", subrayó Martí Mingarro, "lo que se está quebrantando es, de la mano de esa especie de hermafroditismo intelectual que es decir que se es a la vez periodista y abogado, un elemento esencial del Estado de derecho".