"En absoluto soy culpable de algo", dijo Rodrígue Cuello al entrar esposado y escoltado por la policía en el despacho de la titular del Juzgado número 13 de Sevilla, Auxiliadora Echevarri. A la salida de la audiencia no hizo declaraciones por prohibición expresa de la jueza.

Rodríguez Cuello, considerado por la policía como uno de los mayores estafadores del país, esperó en los calabozos de la audiencia después de ser trasladado desde el centro penitenciario Sevilla 1, donde se encuentra encarcelado desde el pasado lunes.

Echevarri levantó hoy l secreto del sumario, que ocupa 17 tomos y 3.500 folios, según han confirmado fuentes judiciales. Sin embargo, los abogados sólo pueden acceder a la parte correspondiente a sus clientes y no a la totalidad del sumario, que sólo puede ser leído pero no fotocopiado.

La jueza ordenó la instalación de una sala especial donde las defensas pueden leer alguna de las tres copias expuestas del sumario. Uno de los abogados defensores, Manuel Fernández del Pozo, anunció que va a convocar una reunión con los 60 etrados para tratar de establecer un orden de consulta y estudiar las posibilidades de presentar recurso, debido a que las partes no podrán llevarse ningún papel hasta dentro de una semana o diez días.

El auto firmado por Echevarri se ha dictado conforme a la Ley de Protección de Testigos, a fin de garantizar la reserva de la intimidad de los cerca de 60 imputados y casi 30 menores implicados.

Antes que Rodríguez Cuello entró a declarar un camarero del "Valentino" llamado Mustafá, que fue puesto n libertad sin cargos y sin fianza. Su abogado, Ramón Hernández, que defiende también al dueño del "27" y del "Valentino", Manuel Ibáñez -ingresado en prisión el pasado lunes-, dijo que "no es muy legal" que la jueza permita sólo el acceso a la parte del sumario que corresponde a cada cliente.

El juzgado ha justificado esa decisión por razones de agilidad y de economía, aunque la jueza se reserva el derecho para dar traslado de todas las actuaciones en función de los recursos que puedan presentar los bogados defensores, como ya han anunciado.

Ramón Hernández señaló a los periodistas que la declaración de Luis Rodríguez Cuello, que aseguró encontrarse "asqueado e indignado" con todo esto, supone "la guinda final" del 'caso Arny'.