Entre las novedades que presenta el plan figuran las ayudas para los colectivos de mujeres y para la rehabilitación porparte de los ayuntamientos de centros destinados a servicios sociales. También destaca la simplificación que han experimentado los trámites administrativos para conseguir subvenciones.

Dentro de las ayudas sociales previstas en el plan figuran las integradas dentro del programa de inserción social y laboral, que distribuirá 350 millones, y las ordinarias y extraordinarias, que suponen una cantidad similar.

Antonio Pina manifestó a Servimedia que la cantidad total de una ayuda ordinaria es equivalnte al 60 por ciento del salario mínimo interprofesional, más un plus del 6,5 por ciento por cada miembro de la unidad familiar que lo solicite.

Otras ayudas podrán solicitarse para ancianos, menores, minusválidos, mejoras del hogar, subvenciones y convenios con entidades, tarjetas de descuento para viajes, asociaciones deportivas y cursos de gestión para mujeres.

El consejero dijo que durante 1991 unas 500.000 personas de Castilla-La Mancha se interesaron por este Plan de Solidaridad, aunque subayó que en muchas ocasiones el pudor frena a los ciudadanos, ya que no quieren reconocer públicamente su pobreza.