Así, aunque la situación respecto a las inspecciones de 1991 y 1994 ha mejorado, aún se encuentran muchos elementos inseguros. Un 45% de los parques inspeccionados presenta problemas.

De los 33 parques examinados, sólo uno ha logrado una buena calificación, mientras que la mayoría se sitúan con varias deficiencias e incluso hasta 6 se han colocado con una calificación "muy mala".

Por ello, la OCU solicita a las autoridades competentes que cumplan la normativa existente respecto a los parques y exige que se mantengan en buen estado y limpios y recuerda que el 7% de los accidentes que afectan a menores tienen lugar en estas zonas de recreo.

OCU ha analizado el espacio del parque, la capacidad de amortiguación del tipo de pavimento que hay debajo, protección de clavos, tornillos u orificios, posibles riesgos de atraparse las extremidades, cabeza o ropas, huecos no protegidos que puedan dar lugar a caídas peligrosas, y, por otro lado, el mantenimiento, de manera que no existan bordes cortantes en asientos y otros elementos.

También la limpieza de los parques, la señalización, las posibilidades de cuidado y vigilancia por parte de los padres y la identificación del organismo responsable propietario del parque han sido otros elementos tenidos en cuenta en la inspección.