Ampliación

Obesidad infantil

Casi la mitad de niños de 6 a 9 años de familias de rentas bajas tiene exceso de peso, frente al 29% de los de rentas altas

- Según el ‘Estudio Aladino 2023’
- El ministro Bustinduy adelanta detalles del Real Decreto de comedores, que prohibirá el consumo de bebidas azucaradas en las comidas

MADRID
SERVIMEDIA

El exceso de peso infantil afecta al 46,7% de los niños de 6 a 9 años que pertenecen a las familias que ingresan menos de 18.000 euros al año, frente al 29,2% registrado en quienes pertenecen a familias con ingresos superiores a 30.000 euros.

Esta es una de las conclusiones del Estudio de Alimentación, Actividad física, Desarrollo Infantil y Obesidad en España (Aladino 2023), realizado por el Observatorio de la Nutrición y Estudio de Obesidad de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) y cuyos resultados definitivos fueron presentados este jueves en rueda de prensa por el ministro de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, Pablo Bustinduy; el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla; la directora ejecutiva de la Aesan, Ana López-Santacruz y la secretaria del observatorio de la agencia responsable del informe, Cristina Recuero.

Según dicho estudio, que comprende una muestra de 12.678 escolares matriculados en 296 colegios, el 36,1% de los niños españoles de 6 a 9 años tiene exceso de peso, que baja 4,5 puntos desde 2019 salvo entre los de rentas bajas, si bien, durante su intervención, Bustinduy estimó que lo “más impactante” de los resultados es, precisamente, que “prácticamente uno de cada dos” niños de familias de rentas bajas tiene exceso de peso frente al 29% entre aquellos de rentas más altas, con más de 17 puntos de diferencia.

Tras denunciar que la prevalencia de sobrepeso y obesidad infantil es “inversamente proporcional” al nivel socioeconómico de las familias, el ministro puntualizó que esto es “resultado de muchos factores contextuales”, los llamados determinantes sociales de la salud, que incluyen aspectos como falta de tiempo libre, condiciones de precariedad o “vulnerabilidad” de las familias, que repercuten en la formación de hábitos alimentarios, algo que juzgó “inadmisible”, al tiempo que advirtió de que “es una realidad que exige acción” por parte de los poderes públicos.

“Todos los niños y niñas, independientemente de los recursos de los que disponga su familia, del barrio o del código postal en el que nazcan o vivan, tienen el mismo derecho a una alimentación saludable y de calidad y los poderes públicos tienen la obligación de remover los obstáculos para que el ejercicio pleno de ese derecho se haga realidad”, apostilló.

IGUALDAD DE OPORTUNIDADES

En este contexto, urgió a “crear las condiciones” para garantizar la “igualdad real de oportunidades también a la hora desarrollar hábitos saludables” y generar “entornos alimentarios seguros y saludables”, para lo cual, a su juicio, los comedores escolares “juegan un papel fundamental”, teniendo en cuenta que el 49,5% del alumnado hace su comida principal “habitualmente” en el comedor y el 54% desayuna a diario en el propio centro, si bien solo el 32,5% de las familias considera que el comedor escolar ofrece una comida de calidad.

“Nuestra convicción es que, adaptando los menús que se ofrecen en los comedores escolares a las recomendaciones de la OMS y a otros estándares de calidad y de sostenibilidad podemos revertir esta situación y esta tendencia. Podemos garantizar que al menos cinco de las comidas que realizan todos los niños y niñas en España, también aquellos que provienen de familias con rentas más bajas, sean saludables y equilibradas”, abundó.

DECRETO COMEDORES

En este sentido, el Real Decreto para el fomento de una alimentación saludable y sostenible en centros educativos, que está elaborando junto a otros ministerios y que, según avanzó, “encara la última fase de tramitación”, busca “trasladar las recomendaciones científicas internacionales a la vida cotidiana de los niños y las niñas” y, entre otras cuestiones, instará a todos los centros escolares a ofrecer fruta y verdura cada día a sus alumnos, con el fin de “garantizar” que, “al menos cinco de las comidas” que realizan los escolares “sean saludables y equilibradas”.

Y todo esto, para revertir algunos de los datos que ofrece el ‘Estudio Aladino 2023’, según el cual, tal y como detalló Bustinduy, el consumo de frutas a diario es mucho menor en los niños de familias de rentas de menos de 18.000 euros (36,4%) que en las de más de 30.000 euros (53,6%), al igual que ocurre con la ingesta de verduras a diario (19,2% frente a 29,3%), razón por la cual el real decreto “garantizará el consumo diario de frutas y verduras frescas para todos los niños”.

Por otro lado, el consumo de refrescos con azúcar más de tres días a la semana se multiplica por ocho en la población infantil de familias de rentas inferiores (del 0,9% en rentas altas, al 7,8% en rentas bajas), motivo por el cual el real decreto “estipula” que “solo se servirá agua en las comidas” de los comedores escolares y se “prohibirán” las bebidas azucaradas en los centros educativos.

OTRAS MUCHAS INDICACIONES

El documento ofrecerá otras “muchas indicaciones”, siguiendo las recomendaciones de la OMS, relacionadas con la frecuencia sugerida no solo para carne y pescado y proteínas saludables, sino también para legumbres y , “limitará” la presencia de alimentos procesados o precocinados “dentro de toda una serie de pautas que buscan mantener un equilibrio general en la composición de los menús” con el fin de que sean “óptimos e idóneos”.

A este respecto, Bustinduy añadió que el texto fijará las condiciones “mínimas” que deberán ser “satisfechas y respetadas” por todos los centros, “independientemente de su titularidad”, para “asegurar” que “al menos cinco comidas a la semana respetan los criterios recomendados por la OMS y que todos los niños, especialmente aquellos de hogares con menores rentas, tienen acceso a esa alimentación”.

“Son solo cinco comidas a la semana, pero, desde luego, es un buen comienzo”, defendió, al tiempo que subrayó que Consumo elaborará guías para la composición de menús, además de ofrecer “asistencia para ello con un trabajo de acompañamiento completo”.

“Esta es una cuestión de salud pública y también una cuestión de justicia social”, prosiguió, al tiempo que adelantó que el decreto también “va a incorporar una dimensión de sostenibilidad medioambiental”, puesto que va a “favorecer que la producción de cercanía sea la base de la alimentación saludable en los comedores escolares de nuestro país”.

MINISTERIO DE SANIDAD

En la misma línea, el secretario de Estado de Sanidad, Javier Padilla, valoró que el exceso de peso haya bajado más de ocho puntos en una década, si bien lamentó que dicha tendencia “no es una mejora en salud pública cuando una parte muy importante de la población se queda atrás de esa mejora colectiva”.

En paralelo, aseveró que el informe “deja claro” que el Gobierno tiene que “ir más allá” para garantizar una alimentación saludable a los escolares, convencido de que el “ámbito perfecto” son los comedores, al tiempo que auguró que el real decreto será “uno de los grandes hitos de la legislatura”.

OTROS DATOS

El informe confirma, además, que España es el sexto país de la Región europea de la OMS con más exceso de peso, superado por Chipre, Italia, Grecia, Croacia y Malta, posición a la que desciende desde el tercer puesto que ocupaba, y ha pasado del cuarto al séptimo en obesidad.

Según el ministerio, otra “conclusión destacada” del ‘Estudio Aladino’ es que los niños que pertenecen a familias de menor renta hacen menos deporte en actividades extraescolares que quienes forman parte de familias con mayor renta (68,7% frente a 88,6%, lo que supone una diferencia de 20 puntos).

Junto a ello, el porcentaje de niños en estas familias que ven dos o más horas de pantallas al día es casi el doble que en las familias de rentas superiores a 30.000 euros (41,4% y 22,8%), lo que, según la cartera de Bustinduy, “además de reducir la actividad física, los expone a más anuncios sobre alimentación no saludable”.

(SERVIMEDIA)
19 Dic 2024
MJR/gja