Pero estos datos pueden ser mucho más abultados el próximo año, dado que continúa la avalancha de aperturas de nuevos cines de estas características. "En estos momentos llevamos un ritmo vertiginoso", aseguró a Servimedia el presidente de la FEECE, "y llevamos un promedio de inaugurciones de prácticamente una sala al día".

El concepto de gran auditorio de cine, utilizando locales heredados, en gran parte de los casos, de antiguos teatros, está llamado a la extinción, según los exhibidores, porque cada día es más difícil llenarlos con un sólo título y el coste de explotación es el mismo con diez espectadores que con mil.

Los multicines ocupan el mismo espacio que una gran sala tradicional, pero ofrecen la posibilidad de proyectar varias películas distintas en las diferentes alas, lo cual atrae a más espectadores y reduce los costes en los casos de películas menos taquilleras.

Otra de las ventajas del concepto de las salas pequeñas es que son más rentables en las capitales de provincia y localidades de menos habitantes, en las que no compensaba empeñar un gran auditorio con aforo para mil butacas para poner una película a la semana que con algunos títulos no se llenaba y, en otras ocasiones, quedaba insuficiente para grandes estrenos.

Además, la proliferación de los ulticines ofrece al espectador de las ciudades grandes la posibilidad de elegir a qué cine le resulta más cómodo ir, ya que los estrenos se diversifican en muchas salas al mismo tiempo, en lugar de concentrarse, como antes, en dos o tres grandes salas.

En el caso de títulos con un enorme gancho en una época determinada, como puede ser "El rey león", el último estreno de Walt Disney, cuya estacionalidad navideña habría provocado grandes colas si se exhibiese en pocas salas aunque éstas fuesen grandes, ólo en Madrid se puede ver en 38 cines distintos, incluidos los más grandes y los más pequeños de la comunidad autónoma.