Un estudio publicado en la revista "Journal of the American Medical Association" ha tomado los datos de un encuesta realizada a más de 2.100 miembros de 50 universidades norteamericanas. Estas facultades llevan a cabo la más intensa labor investigadora en Estados Unidos.

Los regalos consisten en materiales biológicos para el estudio, financiación discrecional, equipos, viajes de tipo profesional y apoyo para los estudintes. En concreto, el 43% reconoció haber recibido un regalo relacionado con su investigación en los últimos tres años. El 66% informó que los regalos fueron importantes para su investigación.

Los investigadores del Hospital General de Massachusetts y la Universidad de Minnesota, autores del estudio, han aconsejado a los científicos que consideren los compromisos que conlleva aceptar el regalo, ya que algunos de ellos podrían chocar con su ética profesional.

Las contrapartidas son, a menudo, oscuas. Por ejemplo, aceptar el regalo puede obligar a los receptores a facilitar a los donantes información antes de su publicación, lo cual retrasaría la llegada al gran público; o exigirles que no compartan sus datos con otros investigadores. Aceptando estas restricciones, los científicos violan las políticas de cooperación y transferencia de conocimientos entre universidades, punto esencial del avance científico.