El estudio se ha realizao en Palma de Mallorca, sobre un total de 7.048 escolares de 13, 14 y 15 años de edad y 9.309 padres de los escolares, con una edad media de entre 45,7 y 43 años respectivamente.

Los datos de este informe demuestran que la práctica de cualquier tipo de deporte en competición aumenta un 23 por ciento el riesgo de haber padecido dolor de espalda, el diagnóstico de heterometría (tener una pierna más larga que otra) un 26 por ciento, y el de escoliosis (espalda desviada) un 290 por ciento.

El hallazg más llamativo del informe revela que el hecho de padecer molestias en la cama aumenta un 1.400 por ciento el riesgo de padecer dolor de espalda, lo que supone más de 4 veces más que el diagnóstico de escoliosis y más de 30 veces más que el de heterometría.

Por otra parte, estudios previos sugerían que el dolor de espalda entre los adolescentes era más frecuente cuando sus padres lo padecían. Sin embargo, este estudio descarta que exista influencia entre el dolor de espalda de los padres y el de sus hjos (bilógicos o no).

No obstante, el estudio si confirma que existe influencia genética en la escoliosis, puesto que su diagnóstico es más frecuente entre los adolescentes cuyo padre o madre biológica la presentan, mientras que esa asociación no se da en el caso de los padres no biológicos.