Alvarez Cascos criticó con dureza al presidente del Gobierno y dijo de él que no sólo es la equis de un determinada trama sino un verdadero "abecedario" de responsabilidades políticas, "que no son consecuencia d ninguna intervención del PP ni de ninguna conspiración imaginada por terceros poderes".

A su modo de ver, tanto González como el partido socialista quieren presentar unos hechos relativos a los escándalos que les afectan, "vestidos de una conspiración antidemocrática, en la que el papel del Partido Popular es el de prestar una coartada moral y política a los promotores de esa conspiración".

El dirigente popular, que hizo estas consideraciones en rueda de prensa, subrayó que tales acusaciones contituyen una "insidia especialmente grave", ya que ni el Ejecutivo ni el PSOE aportan pruebas sobre esa presunta trama, ni ofrecen los nombres y apellidos de los conspiradores.

En su opinión, la sociedad española tiene que saber que los problemas políticos que afectan a González y a su Gobierno son consecuencia de los "hechos, actitudes y responsabilidades" del propio jefe del Ejecutivo.

"En la medida en que de esos hechos, además de responsabilidades políticas, se derivan responsabilidades penale, dan fe los 23 sumarios abiertos en estos momentos en los diferentes tribunales de justicia en los que están implicados responsables del Gobierno o del partido socialista", dijo el secretario general del PP.

Por otro lado, Alvarez Cascos se refirió a la decisión de los socialistas de convocar una conferencia en defensa de la democracia para el próximo mes de octubre.

DECLARACIONES HUECAS

En tono irónico, el dirigente del PP dijo que "de tanto llenarse la boca de eslóganes con los que monopolizr determinadas actitudes de defensa de la democracia, tales declaraciones empiezan a sonar huecas" y señaló que si verdaderamente hay riesgos para la democracia los españoles no pueden esperar hasta el mes de octubre.

"Los españoles", agregó, "vamos a estar muy intranquilos de aquí a octubre, esperando a que en esa conferencia el partido socialista culmine la cruzada para salvar la democracia española. A los demás nos gustaría contribuir también".

Puso de relieve que la mejor defensa de la democrcia es el cumplimiento diario de los principios y las obligaciones del Estado de derecho y que en esa tarea los primeros deberían ser el Gobierno y el PSOE.

"Si en estos momentos", matizó, "tienen que envolverse en la bandera de la democracia para ocultar las responsabilidades que la opinión pública les imputa es, justamente, porque en nombre de la democracia han hecho dejación de sus obligaciones y de sus deberes en el respeto del Estado de derecho, para caer en algo que es una degenaración de la demcracia: convertir el Estado de derecho en el derecho del Estado".