Alvarez Cascos declaró a Onda Cero que cuando surgió l polémica "le consulté al presidente y le dije que estaba dispuesto a matizar cualquuier frase equívoca que haya en mi intervención, y estoy dispuesto a rectificar cualquier frase o palabra ofensiva. Entonces ya no era un problema de frases o palabras equívocas, era un problema de tono, de actitud".

A juicio del ministro de la Presidencia, "llega un momento en que si a uno le obligan a comportarse en el Parlamento con arreglo a unos esquemas preconcebidos, parece que uno se siente todavía más ridículo.

Tras reiterar que está dispuesto a "retirar automáticamente" cualquier palabra de su intervención que pueda ser considerada hiriente, agregó que "todavía nadie ha señalado una palabra o frase que pueda resultar discutible".