Crisis en el PP

Casado afronta su último mes al frente del PP: "Reina, pero ya no gobierna"

- Gamarra y Pons llevarán las riendas del partido hasta abril

- Dirigentes del PP esperan que se mantenga "en un segundo plano"

- "Es mejor protegerle para que no le destrocen más", dicen sus fieles

MADRID
SERVIMEDIA

El líder del Partido Popular, Pablo Casado, afronta su último mes en el cargo como un monarca que “reina pero no gobierna”, aunque él cree que “ha marcado los tiempos” de su salida provocada por su “guerra fratricida” con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso.

Este es el análisis que hacen cargos populares consultados por Servimedia al hablar de la situación que se abre en la formación hasta la celebración los días 2 y 3 de abril del XX Congreso Nacional, que tendrá carácter extraordinario y en el que en las filas del PP dan por hecho que se encumbrará al presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo.

En el PP explican que ahora, hasta la Junta Directiva Nacional del próximo martes, existe “una especie de vacío de poder” porque Casado ya se ha comprometido a dejar paso a otra persona. Habrá que esperar al día 1 de marzo, fecha de la reunión del máximo órgano entre Congresos, para visualizar al nuevo equipo de transición.

De la Junta Directiva de este martes saldrán designados Cuca Gamarra como coordinadora general del PP y Esteban González Pons como presidente del Comité Organizador del Congreso. A partir de ese momento, ellos tomarán las riendas y las decisiones del partido.

En las filas populares no contemplan que Casado comparezca el miércoles 2 de marzo, la fecha elegida por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, para dar cuentas en el Congreso de los Diputados de la guerra en Ucrania, según las fuentes consultadas por Servimedia. Oficialmente no hay nada decidido porque “toca respetar los tiempos” hasta la cita de la Junta Directiva.

De todos modos, los diputados del PP no ven a su todavía líder dándole la réplica al jefe del Ejecutivo. “Él ya debe permanecer en un discreto segundo plano”, comentan algunos. Otros directamente le recomiendan “desaparecer”. Muchos defienden que desde la madrugada del jueves 24 de febrero “reina, pero no gobierna”.

Las fuentes consultadas por esta agencia reconocen que es “buen parlamentario”, pero consideran que no puede tener protagonismo público. “Eso perjudica al partido que ha expuesto todos sus trapos sucios en estos días y ahora debe lavarlos en su casa”, comentan parlamentarios. También opinan que con él “perderían credibilidad”.

En el PP quieren pasar página cuanto antes “y eso implica no verle más la cara”, según indican cargos populares. Otras voces llegan a la misma conclusión, pero con el argumento de que “es mejor protegerle para que no le destrocen más”. “Hará su discurso de despedida en la Junta Directiva y luego ya directamente el traspaso de poderes al que corresponda”, cuentan. Eso será dentro de un mes, en el Congreso de su partido.

“DESCONFIANZA”

En el partido reconocen, además, que la reunión de Casado con los presidentes regionales no fue “tan bonita como se dijo”. “Había mucha desconfianza. Le preguntaron que dónde ponía que Teodoro García Egea había dejado el cargo de secretario general”, sostiene una de las personas que participó en este encuentro.

Otras voces populares consultadas por esta agencia añaden que en esa cita de Casado con los barones hubo momentos de “mucha tensión” con intervenciones “muy duras” y “tono firme”. “Pero votamos por unanimidad, así que asunto cerrado”, resume otro de los implicados tratando de pasar página a una semana “trágica” que ha “desangrado” al PP.

Las fuentes consultadas explican que se propuso a Gamarra como coordinadora general porque los barones no querían a nadie de su lista para ocupar el puesto de la Secretaría General. Tenía que ser alguien que Casado aceptase y que los líderes regionales no vieran como “un talibán”. Por eso se aplicó esta fórmula que dejó a ambas partes satisfechas.

Además, esa postura fue consensuada con el titular de la Xunta de Galicia, Alberto Núñez Feijóo, a quien el propio Casado y los barones del PP pidieron que se presentase al Congreso Nacional que la formación conservadora baraja celebrar el primer fin de semana de abril en Sevilla y en el que se pondrá fin al actual liderazgo de manera oficial.

De este modo, los cargos consultados piensan que será Gamarra la que se ocupará de afrontar las sesiones de control al Gobierno y la que tendrá que salir a debatir las cuestiones importantes, además de coordinar al PP “para que haya orden”. A ello unen el papel que jugará el Comité Organizador del Congreso, convirtiéndose en “máxima autoridad” con Pons al frente.

Desde las filas del PP se empieza a vislumbrar la salida a la grave crisis interna con este “liderazgo simbólico” de Casado durante un mes. Algunos cargos que le apoyaron defienden que es “lo mejor, lo lógico y la salida más humana” para quien ha sido su presidente nacional. “No se le podía apuñalar más cuando ya estaba de salida”, analizan cargos consultados.

“Tenía derecho a irse como quisiera”, resume otro dirigente popular, que se une a quienes revindican que “lo decente” era dejar que Casado se despidiera ante la Junta Directiva Nacional del próximo martes con cargo pero sin apenas responsabilidad. Los más próximos al todavía líder del PP resaltan que esto es “lo que él quería” y que “ha marcado los tiempos” frente a las pretensiones de determinados barones de apartarle cuanto antes.

LEGITIMIDAD DE FEIJÓO

Además, la decisión adoptada para la transición en el PP es vista como la idónea para dotar de “legitimidad democrática” a Feijóo, quien “quiere ser elegido por la militancia” presentándose al Congreso extraordinario, aunque no se pronunciará oficialmente hasta que el cónclave sea convocado el próximo martes.

En el PP piensan que, “sin duda, al final se ha dado la salida más digna” a Casado y a Feijóo la posibilidad de hacerse fuerte ante la militancia y convertirse en el nuevo líder “por aclamación”. “Un mes se pasa volando”, indican en las filas populares. Insisten en que había que “hacer las cosas bien” para demostrar que el PP es, pese a todo, “un partido de orden”.

Más allá de este mes en el que Casado tiene “un liderazgo simbólico”, en el PP son conscientes de que entran en un período de cierta interinidad porque si Feijóo se convierte en el nuevo presidente, algunas labores de oposición no las podrá ejercer desde la Cámara baja porque no es un diputado y sólo si es senador autonómico tendrá sus minutos de gloria.

(SERVIMEDIA)
27 Feb 2022
MFN/MJG/clc