El chalé fue adquirido por el marido y los hijos de Lola Flores tras los problemas de ésta con Hacienda y, según consta en el Registro de la Propiedad número 2 de la localidad madrileña de Alcobendas, la casa estaba tasada en 80 millones de pesetas en el momento de a compra.

Lola Flores y Antonio González tenían separación de bienes y la nueva propiedad fue registrada a nombre del marido, a quien correspondía un 70 por ciento; de Lolita, con un 20 por ciento, y de Antonio y Rosario, con un 5 por ciento para cada uno.

Según los documentos, sobre la casa pesa una hipoteca de 35 millones de pesetas, cuyo pago finaliza en el año 2001. Desde mayo de 1991 se han venido pagando alrededor del medio millón de pesetas al mes, deuda que ahora han heredaro 'El Pescaíll' y sus tres hijos, en la proporción acordada en el documento de compra.

De esta forma, a Antonio González le corresponden unas 350.000 pesetas, a Lolita unas 100.000 y a sus dos hermanos 25.000 pesetas cada uno. En estos momentos, tras la muerte de Lola Flores, quienes viven en "El Lerele" son Antonio González y su hijo, además de otros familiares y colaboradores íntimos.

La casa tiene 352 metros construidos sobre una parcela de casi 2.000 y consta de dos plantas: en la primera, se sitúan el desacho, salón, comedor, aseo de invitados, dormitorio y aseo de servicio, cocina, lavadero y cuarto de calderas; en la superior hay un salón, cuatro dormitorios, tres baños y tres terrazas.