En una entrevista que publica "El Economista", recogida por Servimedia, Carrillo, preguntado sobre si el Gobierno ha actuado con premeditación, afirma que "yo no sé si es el ministerio o viene de más arriba. He oído de todo. Parece que las voluntades han sido forzadas desde muy alto".

"¿Por la presencia de Esperanza Aguirre en la inauguración?", le pregunta el periodista. "Tiene mucho que ver la inauguración de nuestra empresa por Esperanza Aguirre. Si la presidenta de la Comunidad hubiera sido comunista la hubiéramos invitado igualmente. Es increíble que la foto haya sido mal interpretada".

Carrillo defiende que el problema "no es sólo la suspensión, es la manera de hacerlo. Nos han perseguido. Hemos tenido a ocho inspectores mañana y noche sin parar en nuestras oficinas y en los aviones. Te paraban y después de inspecciones de cuatro horas te dejaban volar. Se ha revisado el mismo avión tres o cuatro veces por lo mismo".

El presidente de Air Madrid denuncia una "intromisión" por parte de la Administración en el funcionamiento de la compañía. "Los últimos días han repartido folletines y pasquines a cada pasajero que estaba en la cola a pesar de que en 12 días no ha habido ningún retraso. Es como si vas a un banco y te dicen que no ahorres. Lo lógico es que la gente empiece a cancelar sus pasajes. Es inconcebible que en un negocio como el de la aviación se diga al pasajero que no vuele porque el avión no es seguro".

Carrillo admite que la compañía ha sufrido "solamente una" parada de motor. "El piloto paró el motor sobre tierra (y no sobre agua como se ha dicho) en una ruta de vuelta de Lima, se fue a Manao y mandamos otro aparato para recoger la gente. Otras compañías han reventado las panzas de los aviones en Santo Domingo o en París, se han salido 130 metros y no ha sido publicado en la prensa. Los retrasos se han debido en el 99% de los casos a Aviación Civil".

SUSPENSIÓN

El presidente de Air Madrid afirma que adelantó la suspensión porque sabía que Fomento iba a retirar la licencia en la medianoche del pasado viernes "y porque ya nos habían hecho polvo durante un mes con una campaña de desprestigio e informaciones sesgadas".

"El plan de viabilidad fue una tomadura de pelo. Teníamos hasta el 4 de enero para presentarlo y el 12 de diciembre nos dicen que tenemos 48 horas para entregarlo o nos retiraban la licencia. A partir de ese momento, empezamos a recibir cancelaciones de billetes y ya nadie nos daba créditos. El colmo llega el 15 de diciembre, día en el que IATA nos advierte que no nos va a entregar el dinero. Comunicamos el cese de actividad porque técnicamente nos habían asfixiado", sostiene Carrillo.

Preguntado sobre si va a denunciar la situación, responde que "en este momento mi mayor preocupación son los pasajeros y los empleados de Air Madrid. Nuestro equipo jurídico está estudiando cuáles pueden ser los caminos".

Carrillo no admite ningún error y dice que "hemos crecido mucho en poco tiempo y no es que nosotros no lo hayamos digerido, es que no lo ha asumido la competencia".

El presidente de Air Madrid afirma que "Fomento tiene el punto de mira puesto en mí. Si solamente van a por José Luis Carrillo es probable que acepten el plan (de viabilidad)".

Por otro lado, no entra en si Magdalena Álvarez, ministra de Fomento, debería dimitir. "Cada uno tiene su conciencia y no sé si ella es culpable o no. Ya me gustaría a mí señalar con el dedo al responsable. Lo cierto es que a los inspectores se les ha pedido que vigilen muy de cerca y se les han infundado motivos para que hablen mal de nosotros", asegura.

El presidente de Air Madrid indica que otras aerolíneas tienen "los mismos problemas" que su compañía. "Todas tienen tareas que hay que subsanar y en las que se puede pedir una demora de tiempo. En otras ocurre lo mismo que nos ha ocurrido a nosotros y no hay estos controles".

"Un avión de la compañía más importante de España vino de Cuba lleno de pasajeros en un vuelo en el que debía venir sólo con los pilotos, porque iba a revisión", concluye Carrillo.