El líder independentista se mostró dispuesto al diálogo con todos los partidos, pero pidió expresamente que las decisiones sobre el futuro gobierno se tomen en Cataluña y no en Madrid, en clara referencia a las posibles interferencias del PSOE en el proceso negociador.

Carod inició su valoración de los resultados electorales afirmando que tanto él, personalmente, como el partido han sido víctimas de "mentiras, insultos, descalificaciones" y, en definitiva, de un "linchamiento" que ha hecho a ERC "culpable" de todo lo ocurrido "en esta parte de Europa".

Ante esta desfavorable situación, dijo, "hemos resistido" y "hemos obtenido un resultado positivo", que consideró "una segunda oportunidad", por lo que garantizó a sus votantes que "no os vamos a defraudar".

También ofreció su valoración el secretario general de ERC, Joan Puigcercós, quien afirmó que superados los 20 escaños, la formación que representa "volverá a ser decisiva" en la formación del gobierno, aunque "sabemos que hay más de una llave y no todas están en Cataluña".

A su juicio, ahora hay un "escenario abierto", en el que "habrá que hablar, y nosotros tenemos una voluntad constructiva de hablar con todos los partidos".