CARMEN ALBORCH DICE QUE LOS GESTORES DEBEN SER MAS IMAGINATIVOS, RIGUROSOS Y EFICACES EN MOMENTOS DE CRISIS

-La ministra reafirma su intención de dinamizar la cultura, fomentar la creación y potenciar la difusión de los bienes culturales

MADRID
SERVIMEDIA

La ministra de Cultura, Carmen Alborch, afirmó hoy durante su conferencia en el club SigloXXI que en época de crisis presupuestaria "los gestores estamos obligados a agudizar la imaginación, y ser más eficaces, rigurosos y transparentes en la gestión".

"No sólo para encontrar nuevos recursos, sino, sobre todo para estimular ese sutil mecanismo que convierte una acción de naturaleza política, financiera y legal en un incremento del talento, la comunicación y el disfrute cultural", añadió.

Carmen Alborch reafirmó su compromiso "de dinamizar la cultura, conservar el patrimonio, fomentar a creación y potenciar la difusión de las obras y bienes culturales".

La ministra recordó que la complejidad cultural de los años 90, se caracteriza por una nueva relación entre el Estado y la sociedad civil, la extensión de un gusto homogeneizador, la asociación de cultura y economía, el dominio de las técnicas audiovisuales, la revitalización de los nacionalismos y la crisis de la modernidad.

En su conferencia, Carmen Alborch destacó la importancia que en la década están teniendo los medios de omunicación social, que difuminan las diferencias culturales entre las clases sociales y homogeinizan el mensaje.

"Algo que es, en gran parte, un espejismo. Porque, por ejemplo, hay cada vez más gestos de afirmación de colectivos como el de las mujeres que, además de ser adelantadas en el consumo de la cultural, ofrecen -ofrecemos- unos valores distintos, unas percepciones alternativas y unas visiones de la vida innovadoras", explicó.

La ministra recordó que durante los años 80 España ha vivido u profundo cambio de mentalidades una "auténtica transformación del panorama cultural", que no precisa de un vuelco radical, de un abandono de la cultura a las fuerzas del mercado o de una inhibición de las responsabilidades del Estado.

A su juicio, nuestra cultura necesita "un diseño, de manera abierta y consensuada, de un escenario que, patiendo de los logros, sepa sintonizar con el horizonte intelectual del presente, con la estructura política del Estado de las Autonomías, con la sociedad civil, conel proceso de construcción de la UE y con el impulso del diálogo iberoamericano".

La ministra concluyó afirmando que en las decisiones políticas y en los actos administrativos "es posible descubrir todavía que la cultura sigue siendo uno de los mejores instrumentos para realizar neustros deseos, sin renuncir a nuestros sueños".

(SERVIMEDIA)
17 Ene 1994
EBJ