Ese día, Guerra, su mujer y su hijo viajaban en el tren de alta velocidad de Madrid a Sevilla en un compartimento de la clase club con otros dos pasajeros.

Al inicio del viaje, los dos guardaepaldas del ex vicepresidente preguntaron a esos dos viajeros, "de forma amistosa", según versión de Renfe, si les importaba viajar en clase preferente para acomodarse ellos junto al matrimonio Guerra.

No obstante, y según una pregunta del PP al Gobierno, que ha permitido conocer el supuesto incidente, el desarrollo de los hechos fue distinto.

Los dos pasajeros inicialmente no querían cambiar sus asientos con la escolta del dirigente socialista y si lo hicieron fue porque Renfe les ofreció viajar ratis en clase preferente, extremo desmentido por la compañía ferroviaria.

Durante todo el día de ayer varios periodistas del Grupo Zeta que viajaban en el mismo tren que los Guerra desmintieron lo denunciado por el PP y el hecho de que el resto del pasaje fuese retenido al final del viaje, como medida de seguridad.

También el PSOE difundió una nota de prensa, en la que resalta que una vez más el PP no duda en utilizar la "injuria y la calumnia" para desprestigiar a las personas y a las institucines.

NO SACARAN PROVECHO ELECTORAL

Hoy, en declaraciones realizadas a Servimedia en el Congreso de los Diputados, Carlos Sanjuán ha insistido en este argumento y ha advertido que si el PP cree que puede sacar provecho electoral de esta estrategia de denuncias falsas "se equivoca".

El secretario general de los socialistas se mostró muy remiso a comentar la pregunta del PP que ha dado origen a la polémica, porque le parece "increíble" que se puedan utilizar esos métodos, que lo único que provocanes una "deslegitimación de las instituciones".

"Estoy convencido de que con esta actitud el PP ha llegado electoralmente tan lejos como podía llegar, y a partir de ahora la gente razonable y seria de este país se dará cuenta de la miseria moral que almacena un partido como el PP", indicó.

En su opinión, los conservadores "no reparan en injuriar, calumniar y, en definitiva, desprestigiar no sólo a las instituciones, sino a quienes las representan".