Ambos pilotos no sólo estrenan esta temporada la escudería Lancia después de haber competido durante cuatro años con Toyota, sino que deberán adaptarse, al igual que todos los corredores, al nuevo reglamento de rallies, que introduce 100 kilos más o ruedas más estrechas en los coches, por ejemplo.

Por parte del banco irmó el presidente de la Asociación Deportiva Banesto, Arturo Romani, quien destacó la "vocación de liderazgo" de la entidad desde que en 1987 accedió a su presidencia Mario Conde.

Una vocación que tendría su aplicación en el deporte con el patrocinio del Montigalá-Joventut en los dos años que fue campeón de la Liga de Baloncesto o en el equipo Banesto de ciclismo, con Delgado e Induráin a la cabeza. De ambos, Romani afirmó que son "líderes, hombres populares y hombres simpáticos", atributos que extenió a Carlos Sainz.

Por su parte, el piloto valoró como importante que las negociaciones con el banco hubieran comenzado cuando la posibilidad de que ganaran el campeonato este año "era mínima". "Banesto no se ha subido al carro cuando hemos ganado", recalcó.

Sobre el importe del contrato, Sainz no quiso dar la cantidad y se limitó a calificar de "totalmente desorbitantes" las cifras barajadas (120 millones de pesetas). Afirmó que constituye una "falta de ética por parte de quien las ha dicho" y qe la cantidad real es muy inferior.