En declaraciones a Telemadrid, Fernández se refirió a la modificación de la Carta Magna y dijo que "no nos gustaría estar en primera línea informativa sólo por un tema conflictivo".

"La realidad es más humana", señaló. "No obstante, cualquier avance en terminología nos parece interesante. Pero sí es importante que también haya medidas concretas para que los avances no sean sólo semánticos".

A su juicio, es necesario que este Gobierno dé "un impulso importante a la Ley de Discapacidad, que es muy importante también para las personas mayores y, en general, para la ciudadanía".

Preguntado por la escasa presencia de discapacitados en la vida política, el responsable de la Fundación ONCE sugirió un poco de autocrítica: "En muchos casos no hemos dado un paso adelante para participar activamente".

Destacó el hecho de que de los 25 países de la UE, España ocupa el puesto 24 en la inserción laboral de personas discapacitadas, sólo logrando estar por encima de Polonia.

La legislación marca unas cuotas a las empresas para la inserción laboral de personas discapacitadas, pero no se están cumpliendo estrictamente.

A su entender, "el mejor camino es la concienciación de los empresarios. En los últimos años la moda nos está beneficiando, pero si se cumpliera esta ley, más de 80.000 personas con discapacidad accederían en este momento a un empleo. Y, aparte de los beneficios fiscales, las empresas deben tener en cuenta que, en un mundo globalizado, una de las claves es la innovación. Y para innovar necesitamos la tecnología y el capital humano".

Subrayó que, en España, tres millones y medio de personas tienen alguna discapacidad. "Somos un gran potencial para los partidos políticos, y no sólo en términos de votos, sino para conocer la sociedad. Es cuestión de tiempo, porque tenemos mucho que aportar y los partidos deben darnos la oportunidad para hacerlo".

Carlos Rubén Fernández abogó también por el reconocimiento de los familiares que se ocupan de las personas discapacitadas. "La familia es la que se ocupa, en la mayoría de los casos, de los mayores y discapacitados. Sobre todo las mujeres. Lo justo sería que la nueva Ley de Autonomía Personal reconociese su trabajo como cuidadores, incluso retributivamente", apuntó.